lunes, 29 de marzo de 2010

Sobre la Hora del Planeta

Es un tema bien delicado, quisiera aprovechar, para transmitir una visión, que profundice la problemática a partir de dos cuestionamientos sobre la acción de la "Hora del Planeta" en el marco de la problemática ambiental general y de Bolivia.

En general, ¿Porque la "Hora del Planeta" se enfoca en la acción del ciudadano común, como si el ciudadano común fuera el principal responsable de la crisis ambiental? Si bien hay cierta incidencia, y si bien en algo se aliviaría al planeta con esta acción, en realidad la "Hora del Planeta" pasa por alto que la mayoría de emisiones de dióxido de carbono (pricipal agente del calientamiento global), proviene de las industrias NorteAmericana y China, algunos hablan de un 80% del total mundial, paises cuyos gobiernos fueron alertados y exhortados a reducir su emisión de gases de dióxido de carbono, particularmente con la firma del protocolo de Kioto, al cual hicieron caso omiso.
En general resulta un tanto hipócrita, como también lo es para la relidad Boliviana, pues esta hora del Planeta, tampoco esta alertando o informando sobre la problemática de los chaqueos del mes de agosto ...que contaminan el aire hasta el mes de noviembre en extensas zonas del territorio boliviano; el chaqueo es responsable de la contaminación ambiental durante tres largos meses en lugares como Santa Cruz y a esto se suman los incendios forestales como consecuencia directa de esta pràctica...
Hipocresía suena fuerte, pero no encuentro otra palabra, tal vez codicia, pues en suma cuesta dinero cambiar la formas de extracción y producción económica de industrias y sectores agropecuarios y agrícolas, y es un problema que solo se podría cambiar desde la acción concreta de los gobiernos (en todas sus instancias: estatal, departamental, municipal, regional, indígena).
Parece que el simple ciudadano común no sabe esto, y con la "Hora del Planeta" solo queda con el dato que apagando la luz, ayudará al planeta, creyendosé así por registro corporal que de alguna manera alivia una "culpa" creada por los organizadores de esta actividad, desviatoria de la problemática central. Como humanista, creo que mejor me pongo del lado del ciudadano común, y digo, no señores, yo no soy el culpable de esta crisis ambiental, el culpable es la codicia de algunos que no respetan el medio ambiente para hacer "su chaquito", es un problema econónico y de voluntad política de nuestros gobernantes.

Es como para reconsiderarla, la intención no deja de ser buena, pero hay una trampa atrás de esto, una trampa, una distracción que solo mantiene a salvo a los verdaderos responsables de la crisis ambiental que vivimos.

Daniel R.
Santa Cruz de la Sierra, Bolivia

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