sábado, 18 de diciembre de 2010

21 de Junio, en sintonía con el Universo

It could start somewhere
It could start somehow
What better place than here
What better time tan now...

El choque cultural y el sufrimiento en general eclipsan nuestras pequeñas mentes habitantes de una pequeña faceta, en un corto instante de existencia dentro del grano de arena que equivale al planeta tierra en el Universo, no es un caso totalitario, pero si generalizado.

¿Complicado?, ¿interesante?, ¿controversial?, ¿originario?, ¿costumbre?, ¿tradición?, ¿política?... muchas capas de creencias deben atravesarse para descubrir, re-descubrir, u otorgar un sentido trascendente al festejo del 21 de junio, solsticio de invierno.

Desearemos una "muy feliz estacional" a quien pueda sentirlo y/ó comprenderlo, y a quien "no" también, por costumbre y buenos modales, también, cómo no, no hay lío con ello, libertad de ideas y creencias, pero más allá de ellas, más allá del mecanismo desviador y/ó conectivo de posibilidades, se encuentra, justamente, "la posibilidad", y es que en sintonía con el Universo existen otro tipo de posibilidades, posibilidades cargadas de oportunidades especiales.

Vamos a decir Universo, no para abordar la ficción del espacio exterior ni para deslumbrar con la palabra, sino más bien para tocar la piel de un límite de representación mental cualquiera, por así decirlo, pero dentro de ese límite se encuentran interesantes posibilidades.

Reduciendo el enfoque en un límite más cotidiano, y siempre hablando de posibilidades para cazarlas con la oportunidad, veremos horarios más acordes para unas actividades que para otras, así amoldada la mente cotidiana funciona perfectamente deseando los buenos días para emprender bien el inicio de las actividades durante el día, buenas noches para emprender bien el descanso y la reparación en la noche; incluso buenas tardes si se diera el caso de algún encuentro intermedio; que no es lo mismo desear los buenos días cuando ya se halla en el ocaso del día, ni las buenas noches cuando el descanso ya comenzó... tal vez el cantar de los pajaritos en la mañana y en el ocaso sirva de ejemplo para ver cómo en el plano de la naturaleza se encuentran un montón de ejemplos de otras formas de sintonía con el universo en un ritmo diario, como el mismísimo caso de las "onceoras", aquellas florecitas que se abren y cierran diariamente a las once de la mañana; los animales y las plantas tienen su ritmo, no solo diario, sino también estacional.

El ser humano, trascendiendo a lo natural, tiene la posibilidad de revisar diariamente sus acciones y sacar conclusiones sobre ellas, y esto no es lo mismo hacerlo en cualquier horario, que siguiendo el ritmo de los inicios o de los finales, los momentos oportunos para liberar la meditación simple, eso de buscar los datos, rememorar simplemente y bueno, cómo no, sacar conclusiones es ineludible; a los inicios o a los finales, ya que en el medio la energía se ocupa principalmente, de otras cosas.

Meditar y sacar conclusiones, algo sencillo, pero no tan frecuente en momentos donde todo se acelera y las crisis mediáticas exacerban la agonía de la decadencia. Pero bueno, las posibilidades de las posibilidades no se agotan en el ritmo diario, pues se pueden encontrar otros ritmos, si bien con "otro tipo de posibilidades", ritmos al fin, pero importantes, cualquier inicio puede ser un buen inicio, pero que impregne la posibilidad del desarrollo personal cuanto menos que algo de mi se humanice; es decir, muchas veces se evalúa, pero se evalúan solo aspectos tangenciales y no integradores de lo humano, lo mismo vale para las evaluaciones que no parten desde lo humano, sino desde lo tangencial y que van, para cualquier lado, para ser más claro, que las evaluaciones se hagan sobre la propia vida y no se limiten solamente a los proyectos económicos, de noviecitos, noviecitas, de status, venganza, culpa o frustración.

Lo humano ante la libertad, en cuanto al cambio, a la posibilidad de cambio, puede sintonizar en un 21 de Junio que la naturaleza también cambia, y puede sentir que aquella noche más larga y más fría no solo marca el fin del otoño, sino también el fin de lo decadente, de lo que ahora debe quemarse para que ya no pese como chuchería en el futuro y así se pueda proyectar hacia adelante con ligereza; es decir el inicio del invierno como una catapulta para los nuevos proyectos que aguanten el invierno, para una mejor vida, para una vida mejor.

En sintonía con el universo, cada día, cada semana, cada cumpleaños, cada cambio de estación ...más allá de las cábalas como las doce uvas, las maletas, las fogatas, la torta, los globos, las cenas y las costumbres en general, más allá del choque cultural de diferentes costumbres, culturas y tradiciones, y bajo el mismo universo está la posibilidad de cambio, qué mejor lugar que este lugar, qué mejor momento que este momento.

Feliz estacional.

Daniel R.
Santa Cruz de la Sierra, Bolivia

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