miércoles, 9 de marzo de 2011

Sobre problema del Transporte Urbano, una posible o tal vez única salida

El problema de fondo no es otro que aquel que tiene a toda población a punto de ser sometida bajo el poder coorporativo de la dirigencia del transporte público en una estructura sobre la cual prácticamente no existe mediador, pues en definitiva pareciera que nuestras autoridades no tocan ni pito ni bocina. Tal como esta armada la cosa parece no haber salida ¿o es que es posible econtrar alguna salida?.


La demanda del sector de transporte exige un precio "justo" del transporte, pues hace once años que se ha mantenido el mismo precio; que la canasta familiar y el costo de la vida se ha elevado y ellos necesitan nivelarse ...pero la demanda y el argumento son muy poco convincentes, no cuesta mucho imaginar que al subirse el precio del transporte público se producirá un impacto que hara subir nuevamente los precios de los productos de la canasta familiar en el ya archi-conocido cirtuito "especulativo de la especulación del dinero". No cabe duda que solucionar el tema con el alza de precios del transporte provocaría una nueva alza de precios general... esta salida es tan falsa que perjudica a mediano y largo plazo a los mismos transportistas que también se verían perjudicados con la nueva alza de precios en la canasta familiar y del costo de vida.


Para aclarar más la figura habrá que identificar a los transportitas de manera general como pequeños empresarios; vale decir, gente que hace negocio con "su" o "sus" micros, da lo mismo que tenga un solo micro que sean cientos de micros, si el objetivo es ganar para el propio bolsillo, genéricamente no le interesa el bolsillo ajeno, solo sus intereses y esto se les escapa al momento del trato personal que se recibe tanto al subir a un micro como tanto un micro se acerca a un peatón o a otro conductor ...Los bolivianos no comprenden ni va a comprender a los transportistas, no existe siquiera argumento de reciprocidad... ante ello, los transportistas han sabido organizarse en sindicatos, han tomado fuerza coorporativa y han llevado adelante sus demandas al punto de hoy castigar con huelgas a una terca población que no comprende ni acepta sus intereses ¿?


Hay que aclarar que los trasportitas son empresarios, pequeños, grandes o de alasitas, en definitiva son empresarios, porque invierten y ganan, habría que hacer un estudio de qué tan bien o que tan mal les va en sus inversiones, pero es muy difícil imaginar que no ganan bien, pues si fuera tan malo el negocio ya se hubieran dedicado a hacer otra cosa, la demanda hace a la oferta. La cosa tal como esta armada, no tiene salida pues el problema es estructural: el transporte en manos de unos pocos no tiene porqué cuidar los intereses de todos. Viéndolo así, este problema que hace recordar las históricas guerras del agua y del gas que adoleciera el país en su momento; tomemos como ejemplo la guerra del agua en Cochabamba, esta fue detonada por el incremento del precio del agua en un servicio históricamente deficiente tanto en calidad como en cantidad ...el problema estructural era semejante y más grotesco; para incrementar la utilidad de la transnacional Bechtel que era dueña de una empresa que a su vez era dueña de otra y a su vez de otra... y así siguiendo hasta llegar a la empresa Aguas del Tunari a cargo del servicio de agua potable en Cbba se subió el precio del agua sin tomar en cuenta los intereses de la población... grave error del sistema, que en su repitición en El Alto y luego con lo del gas acabo sepultando a los otrora partidos políticos neo-liberales.


El caso de los transportistas bolivianos nos es de la dimensión de una transnacional, pero el mecanismo el es mismo y el afectado también es el mismo (el pueblo) y la solución puede ser semejante a la de la nacionalización, pero deberá ser netamente humanista y en el marco de la no-violencia: Primero hay que identificar que el transporte público al ser de interés común para toda la población, es un recurso estratégico y no puede estar bajo pocas manos, debe en todo caso estar bajo el control de la autoridad correspondiente, en este caso las Alcaldías, vale decir, la única salida verdeara sería municipalizar el servicio ...hecho que se intentó anteriormente, pero en un momento histórico inadecuado por los compomentes de centralismo, burocracia y falta de recursos y por tanto de autonomía efectiva; hoy podría ser muy pero muy diferente.


Si bien los transportistas bajo la lógica neo-liberal están en su derecho, es decir, no se les puede negar el alza del precio del transporte, pues efectivamente, todo ha subido ...tampoco se debe alimentar el circuito especulativo de la canasta familiar y del costo de vida; y es que el momento histórico también ha cambiado, el Neoliberalismo no sirve y se sigue derrumbando ...este hecho debería llamar la atención de las autoridades correspondientes (Alcaldías), para tomar un rol adecuado al proceso histórico actual, como efectivos medidadores ante el problema tanto de manera coyuntural como de manera estructural ... y eso lleva a una segunda idea, que tal vez valga la pena invertir en la indemnización del transporte público, este podría ser un segundo paso, incluyendo un corto estudio de mercado, es fácil identificar el incremento que se merece el sector transporte, y ese incremento podrían cubrirlo las Alcaldías, y hasta podrían colaborar tanto el gobierno nacional como los gobiernos departamentales, esto con el fin de no cargar el peso a la población y sobretodo no ceder frente a la especulación y nueva alza de los precios en el costo de vida. Si nuestras autoridades se la bancan, no cabe duda que ganarían muchos puntos con el pueblo boliviano.


Pero estos dos pasos cobran sentido si nuestras autoridades se hacen cargo del servicio del transporte público, y eso nos lleva a un tercero, que no puede ser otro que el armado de una alternativa de transporte público por parte de la Alcaldía, para romper el lamentable monopolio que se ha formado con la sindicalización y corporativismo de los actuales transportistas, podría ser el caso de una nueva Unidad Municipal, y si esta bien pensada, hasta podría ser de carácter privado, pero con una diferencia sustancial: enfoque social y no lucrativo, reglas que deberá implementar la alcaldía. Estamos hablando de un proceso que supone un cambio de fondo, por el cual los transportistas deben comprender que no pueden lucrar con el bolsillo de los bolivianos y que como buenos empresarios podrían contar con el tiempo necesario para cambiar de rubro; al tiempo que se fortalece el rol de la alcaldía, tanto como se robustece el proceso autonómico, indemnizando a quienes en su momento han servido a la población, pero poniendolés un límite, pues tampoco se debe tratar de lucrar sobre el bolsillo de los bolivianos. Por ultimo, si fuera el caso, aquel capital destinado a la indemnización inmediata de los transportistas no deberá pesarle a nuestras autoridades si este se enfoca como un canal que se destinatá también a la inversión de un servicio de transporte público municipal.


Daniel R.

Santa Cruz - Bolivia

No hay comentarios:

Publicar un comentario